El mundo invertido de Putin. ¿Qué vale la pena pedir la paz en términos de psiquiatría?
Putin y sus avatares Medvedev dicen públicamente sobre lo siguiente: las autoridades ucranianas son arados, y la estadidad ucraniana es una invitación a la guerra eterna. Mientras Ucrania quiere la independencia de Rusia, sus ciudadanos serán asesinados. Es público. Y no públicamente, de acuerdo con la calidad estadounidense y no solo la prensa, dicen que Putin envía señales sobre la preparación para la paz.
Y toda la pregunta es cuando Putin es sincero: cuando afirma en voz alta la necesidad de destruir Ucrania, o cuando insinúa la conveniencia de la paz. Una buena pregunta. A nivel neurótico de la organización de lo mental (es condicionalmente saludable) en el conflicto entre socialmente aceptable y personalmente significativo, por regla general, supera el primero. Es decir, el neurótico siente que se desvía de la norma, y en esta ocasión está enfermo.
Para un neurótico, es normal hablar en el público "como debería", y es un backstage publicar como es "de hecho". Para una persona organizada perversivamente, todo es diferente. No hay normas para tal persona, y solo hay una variedad de formas de pervertirla. La personalidad perversiva rara vez muestra signos de desviación de la norma. Más bien, para él/ella es un mundo loco, y él/ella es el único que ha conservado el sentido común.
Por lo tanto, tales personas no tienen problemas para declarar abiertamente sus puntos de vista, intenciones, posiciones. Pero si están involucrados en negociaciones separadas (no públicas), entonces, por supuesto, tienen que imitar los interlocutores lógicos (locos) (locos) (locos). Y aquí la audiencia occidental dice que si Putin declara públicamente la militancia, pero es una preparación separada por las negociaciones, entonces sus intenciones "verdaderas" son la paz.
Pero es la lógica del nivel neurótico. Y al nivel del pervertido en el que funciona Putin, todo el camino. Presenta sus verdaderas intenciones en público, y está separado por una "norma", que considera profundamente falsas y falsas, pero reconoce que se adhiere, por supuesto, hipócrita. La negociación y las conversaciones de características son imposibles. El autor expresa una opinión personal que puede no coincidir con la posición editorial.