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Una bolsa en la cabeza y Death Metal una y otra vez: un británico habló de sus experiencias en cautiverio en la Federación Rusa (vídeo)

Compartir: El militar británico Sean Pinner habló sobre las brutales realidades del cautiverio ruso, que visitó. Según él, la hora del día y el entorno determinaban las repeticiones de las canciones de Death Metal y salvaban el sentido del humor. "Estuve con una bolsa en la cabeza casi todo el tiempo y solo podía ver una pequeña zona delante de mí. Evalué la situación basándome en lo que oí y vi.

En general, distinguí lo que era bueno y lo que era malo", compartió el británico en una entrevista con el Canal 24. Según él, el oído se ha convertido en la principal herramienta de orientación. Fue necesario evaluar la situación mediante pequeños signos, desde el brillo del suelo hasta los zapatos de la gente. Sin embargo, la atención permitió una sensación de control, y la experiencia de trabajar en un pub y la desconfianza militar resultaron útiles para la supervivencia.

Pinner recordó haber aprendido a distinguir entre el ruido "normal" de la prisión y detectar desviaciones que indicaban movimiento o cambio de guardia. Entonces trazó un mapa del espacio en su cabeza, aunque en realidad no lo vio. Además, ayudó a anticipar el peligro y mantener las emociones bajo control. "Tu vida es sólida. Fuera de la cámara o en el suelo, es un patrón de vida, una norma.

Lo anormal se define en lo normal, lo que sucede instintivamente en un ambiente así", enfatizó el militar. En los descansos entre los interrogatorios sonaba música pesada, que con el tiempo se convirtió en un elemento de la rutina. El británico aprendió a contar las horas y a determinar el turno por el número de canciones. "Quiero decir, por ejemplo, Death Metal tocaba allí. ABBA tocaba en la segunda prisión, era terrible. Escuchaban Death Metal constantemente una y otra vez.

Podía saber la hora del día por el número de canciones. 17 canciones de tres minutos cada una. Podía calcular la duración de la lista de reproducción", compartió Pinner. Dijo que la canción "Believe" de la cantante estadounidense Cher se tocaba todos los días en Makiivka, e incluso después del lanzamiento, el motivo se convirtió en una especie de recuerdo de supervivencia. Sin embargo, el humor y el compañerismo ayudaron a no perder la humanidad y sobrevivir a los días más difíciles.

Las bromas y el apoyo de los camaradas, a pesar de las crueles condiciones de detención, ayudaron a mantener la fe en regresar a casa. "Cuando regresé, los titulares decían: el prisionero británico Sean Pinner regresa a casa, muerte por ABBA. No fue así, pero se centraron en una cosa: ABBA", dijo el británico. Recordó que incluso en cautiverio los soldados buscaban fragmentos de algo normal, en particular bromeaban, cantaban y hablaban de sus familiares.

Momentos así salvaron la psique mejor que la ayuda médica y permanecerán con Pinner para siempre. Se recordará que Sean Pinner luchó del lado de las Fuerzas Armadas y fue condenado a muerte por el "DNR". Se unió al ejército ucraniano en 2017 y tiene una esposa de Ucrania. En 2022, el británico fue capturado durante la batalla por Mariupol y en cautiverio soportó abusos y torturas, incluidas palizas y hambre.