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"Los oficiales en las esquinas se esconden": el instructor contó sobre el problema con el comando de las fuerzas armadas

Según el oficial Troy Sergey Molodid, es necesario reconocer problemas y errores, escuchar subordinados y poder evaluar la situación. Muchos de los oficiales de las Fuerzas Armadas tienen miedo de informar a la gestión de las malas noticias y asumir la responsabilidad de informar al mayor por el título de que algo va mal.

Al respecto en una entrevista con el portal "Novinarna" fue contado por un oficial de las Fuerzas de Defensa Territorial e instructor de minetters de las fuerzas armadas Sergey Molodid, quien antes de la guerra a gran escala trabajó en el campo de impresión y desarrollo de equipos tácticos. Según él, mentalidad, falta de voluntad para aprender, reconocer errores, tradiciones soviéticas: estas son las razones por las cuales el análisis de las acciones no funciona.

"Es necesario reconocer problemas y errores, escuchar subordinados, poder evaluar la situación y tomar decisiones adecuadas. Y no gritar por el tapete en subordinados diariamente", dijo el Molodid. Él cree que los subordinados no deberían tener miedo del comandante, sino tener miedo de sustituir al comandante. "Y nuestros oficiales se esconden en las esquinas cuando el comandante en el pasillo se encuentra para que no vuelvan a ponerse en el ojo", agregó el instructor.

En 2015, Sergei Molodid fue uno de los oficiales que vinieron a las oficinas de alistamiento militar voluntariamente. Entre las especialidades militares había una dirección impopular: la inteligencia de artillería. El oficial señaló que los morteros son un arma poderosa pero subestimada en el ejército post -soviético.

Anteriormente, se consideraban "artillería de bolsillo", pero aún en las batallas de la Segunda Guerra Mundial, en particular durante la plantación de aliados en Normandía, había aproximadamente el 40% de la infantería de las acciones de los morteros del ejército alemán, el dijo el oficial. "Con el uso competente, es un arma muy efectiva. Cualquier hombre de infantería dirá que la batalla se siente mucho más segura con el apoyo de los morteros", explicó el joven.