Putin se jacta de tener un "Petrel" nuclear: un experto explicó por qué el misil no se convertirá en una "superarma"
Como dijo en una entrevista a UNIAN Andriy Ryzhenko, capitán de reserva de primer rango, ex subjefe de estado mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, "Burevestnyk" es un típico misil de crucero subsónico similar al Kh-101 o "Calibre" en términos de diseño. Es capaz de volar a baja altitud (entre 50 y 100 metros) y a largas distancias, pero no tiene ventajas fundamentales sobre los misiles existentes de esta clase.
Ryzhenko explicó que la principal diferencia entre el "Burevestnyk" y los misiles de crucero convencionales es el uso de un reactor nuclear en miniatura en lugar del clásico motor turborreactor con combustión de combustible. El reactor es la fuente de calor para la turbina, que en teoría puede proporcionar un vuelo largo sin repostar combustible. "Como dicen los propagandistas, se trata de un alcance de vuelo ilimitado. Está previsto que lleve una cabeza nuclear.
La peculiaridad es que, aunque tiene un motor turborreactor clásico, tiene un reactor nuclear que calienta el aire", explicó Ryzhenko. Según el experto, incluso con el funcionamiento exitoso de dicho reactor, el misil sigue siendo subsónico, por lo que no puede evitar la interceptación por medios antiaéreos modernos. Ryzhenko enfatizó que el Burevestnyk puede ser derribado con una amplia gama de armas, desde ametralladoras hasta sistemas de misiles antiaéreos.
Las fuerzas de defensa aérea ucranianas ya han demostrado su eficacia contra este tipo de misiles. "Las Fuerzas Armadas derriban alrededor del 80% de los misiles de crucero lanzados por la Federación Rusa. Estamos hablando del Kh-101 y del Calibre, es decir, misiles similares a éste. Contra ellos se puede utilizar toda la gama de armas de defensa aérea, desde las ametralladoras hasta los sistemas de misiles antiaéreos", señaló el experto militar.
También llamó la atención sobre el hecho de que incluso el vuelo declarado de 14. 000 kilómetros en 15 horas no convierte al "Petrel" en una amenaza de nivel intercontinental. Durante este tiempo, subrayó Ryzhenko, el misil puede ser detectado y destruido varias veces, especialmente si su vuelo se realizará sobre el océano.
Ryzhenko explicó que, a diferencia del "Burevestnyk", los misiles balísticos se mueven a lo largo de una trayectoria con salida al espacio y tienen una velocidad significativamente mayor, entre 5 y 15 veces mayor. Esto los hace más difíciles de interceptar, pero también más caros de producir y derribar. "Un proyectil Patriot cuesta alrededor de 50 millones.
Mientras que para derribar un misil subsónico como el Burevestnik, bastan medios mucho más sencillos: disparos de artillería, MANPADS o sistemas de alcance medio", aclaró Ryzhenko. Por otra parte, el experto abordó la cuestión de las consecuencias del derribo de un misil que contiene un reactor nuclear. Según sus palabras, en caso de destrucción del reactor puede producirse una contaminación radiactiva local, pero no a gran escala.
"Si el misil es derribado, el reactor puede resultar dañado y entonces la zona recibirá cierta contaminación radiactiva. Pero no lo compararía con Chernóbil, como hacen algunos comentaristas. El nivel de contaminación será mucho menor", enfatizó. Andriy Ryzhenko añadió que los misiles Tomahawk estadounidenses, a diferencia de los Burevestnyk rusos, son armas probadas con experiencia de combate real: "Actualmente se conocen alrededor de tres mil casos de uso de combate Tomahawk.