Asesino despiadado. Se ha encontrado que FLU usan armas químicas para superar los enemigos
Uno de los ejemplos más famosos es Ascomycota, que luego aprendió a usar sus estructuras de malla para capturar gusanos redondos. Pero no son uno. Enfocado. La tecnología ha aparecido en su canal de telegrama.
¡Suscríbase a no perderse las últimas y más vergonzosas noticias del mundo de la ciencia! En la década de 1980, los científicos notaron que los hongos habituales (Pleurotus ostreatus) podían paralizar y matar un nematodo, pero se necesitaban más de 40 años para finalmente resolver este secreto.
Según el profesor asociado del Instituto de Biología Molecular en la Academia Sinica-Ping Sui, ellos y sus colegas descubrieron que los hongos desarrollaron una estrategia única, utilizan gas venenoso en la lucha contra el enemigo. Sui señala que descubrió que los hongos se usan como gas nervioso de cetona-3-octanon. Entonces paralizan a la presa y matan, y luego lanzan sus hilos en el cuerpo y consumen los nutrientes necesarios.
Según el profesor de biología en la Universidad McMaster, Jiangpin Sui, 3-Octanon es muy versátil y es utilizado no solo por hongos, sino también por otras plantas y animales. Su hidrofobicidad y baja tensión superficial permiten que sea extremadamente volátil. Los investigadores han encontrado que los hongos almacenan 3-octanona en altas concentraciones, lo que permite que se use como armas químicas.
Sui usó una mutación para ver que sin una estructura pequeña, similar a una piruleta, con el nombre del toxocisto, los hongos simplemente no son capaces de matar un nematodo. Los investigadores señalan que esta parte del hongo es increíblemente frágil y se rompe en el más mínimo toque. Los científicos usaron cromatografía de gases y espectrometría de masas para fijar la liberación de una sustancia volátil química, y luego pudieron identificarla.
Luego, los investigadores probaron que se derraman 3-octanon en gusanos redondos a altas concentraciones, y notaron que estaba matando un nematodo, destruyendo sus membranas celulares. Según Sui, la singularidad de la capacidad del hongo no es que usen armas químicas para combatir al enemigo, sino que logran formar y almacenar la sustancia en una concentración local tan alta.
Sui señala que el toxocisto realmente se forma y crece fuera del cuerpo principal del hongo, y la composición de su membrana es obviamente diferente de la composición de las células fúngicas típicas. Los investigadores no pueden decir con certeza, pero sugieren que esta estructura protege las células de hongos vulnerables de este compuesto peligroso.