Tecnología

No carreras de armas infantiles: a medida que las competiciones de bacterias y virus rompieron la evolución

Aunque la humanidad parece aumentar el progreso tecnológico a diario, hay una raza de progreso en las entrañas de la naturaleza, que eclipsa cualquiera de nuestros intentos de acelerar cualquier cosa. En un estudio reciente, se han observado procesos evolutivos rápidos en condiciones controladas de laboratorio. A diferencia del concepto de Charles Darwin sobre la evolución gradual, este estudio ha demostrado que los cambios evolutivos pueden ocurrir rápidamente, escribe ScienceDaily.

En foco, la tecnología apareció en su canal de telegrama. ¡Suscríbase a no perderse la mayor información e noticias interesantes del mundo de la ciencia! Utilizando un pequeño matraz de laboratorio con bacterias de Escherichia coli y virus de bacteriófagos, los investigadores observaron una carrera armamentista evolutiva acelerada. En tres semanas, se han observado varias generaciones de adaptaciones evolutivas, lo que refuta la idea tradicional de la evolución lenta.

El estudio realizado por Joshua Borin y Justin Meyer de la Escuela Biológica de Ciencias Biológicas de la Universidad de California en San Diego atestigua la aparición de redes ambientales complejas de interacciones simples. Meyer enfatizó que el estudio muestra cómo se desarrollan esquemas ecológicos complejos, similares a los que ocurren en varios ecosistemas, como las sabanas, los bosques o océanos tropicales.

Las bacterias y los virus han demostrado dos patrones evolutivos clave: la inversión, cuando las interacciones especializadas están integradas en interacciones generales más amplias y la modularidad cuando las interacciones juntas forman grupos separados. Los resultados han coincidido con patrones complejos, que se observan en las interacciones ecológicas de bacterias y virus a mayor escala, lo que sorprendió a los investigadores.

Tal rápida evolución también tiene consecuencias fuera del laboratorio, como se puede ver en el ejemplo de la evolución continua de patógenos como SARS-CoV-2. Estos descubrimientos cambian los métodos de tratamiento y comprensión de la evolución de los microorganismos.

Además, Meyer y su colega Joshua Weitz estudian las posibilidades de usar inteligencia artificial para estudiar la terapia de fagos, especialmente en relación con el creciente problema de la resistencia a los antibióticos. Su investigación tiene como objetivo comprender qué mutaciones conducen a la infección y la resistencia, así como al posible hallazgo de ciertos agentes terapéuticos.

Este estudio enfatiza la naturaleza dinámica de la evolución y su papel en la formación de redes ecológicas complejas a partir de comienzos simples, aparentemente. Anteriormente, Focus escribió que la gripe aviar no es solo la gripe de un pájaro. Llegó al visón y los leones marinos. Focus también escribió sobre de dónde vinieron tantos virus. Actualmente hay alrededor de 1. 67 millones de virus que infectan mamíferos y aves que aún tienen que ser identificados.