Por cambio de quimioterapia: los científicos pudieron convertir el sistema inmune en armas contra el cáncer
Los científicos se mueven en el estudio del cáncer, revelando cómo el sistema inmunitario del cuerpo combate naturalmente las células cancerosas, lo que puede ayudar en el desarrollo futuro de nuevos métodos efectivos para tratar la enfermedad. En el epicentro del nuevo descubrimiento hubo células que pueden detectar y atacar no solo el cáncer, sino también proteínas que contribuyen a su desarrollo, escribe ScienceDaily. En foco, la tecnología apareció en su canal de telegrama.
¡Suscríbase a no perderse la mayor información e noticias interesantes del mundo de la ciencia! Un estudio reciente ha demostrado que las células asesinas naturales, un tipo de células inmunes, pueden reconocer y atacar una proteína llamada XPO1, que se sabe que contribuye al crecimiento de los cánceres.
Este descubrimiento puede allanar el camino hacia los nuevos tratamientos para el cáncer, que utilizarán el sistema inmunitario del cuerpo de manera más efectiva y con menos efectos secundarios que los métodos tradicionales, como la quimioterapia, creen los autores. Un estudio bajo la guía de científicos de la Universidad de Southampton y publicado en Ciencias Advances, demuestra cómo las células asesinas naturales pueden activarse para un efecto más preciso en las células cancerosas.
XPO1, la proteína requerida para el funcionamiento normal de las células, se vuelve excesivamente activa en muchos tipos de cáncer, lo que permite que las células malignas se multipliquen. Los investigadores han encontrado que el péptido obtenido de la proteína XPO1 atrae a las células asesinas naturales, iniciando así la respuesta inmune contra las células cancerosas.
Salim Haka, profesor de hepatología de la Universidad de Southampton y el principal autor del estudio, explicó que, según las ideas anteriores, las células asesinas atacan a las células cancerosas al azar. Sin embargo, los resultados obtenidos indican un enfoque más intencional, que abre las perspectivas para un tratamiento más seguro de la enfermedad con menos efectos secundarios.
Señaló que los pacientes con células asesinas activas y altos niveles de XPO1 son mucho más altos, especialmente en cánceres agresivos como el cáncer de hígado, la supervivencia promedio en la que es solo 18 meses. El estudio no solo reveló el potencial de las células naturales en el tratamiento del cáncer de hígado, sino que también sugiere más ampliamente utilizado para otros tipos de cáncer, como el cáncer de cabeza y el cuello, el cáncer de endometrio, la vejiga y los senos.
Actualmente, el equipo está trabajando en la creación de la primera vacuna que utiliza células asesinas naturales para combatir el cáncer para hacer una revolución en el tratamiento del cáncer. El profesor Ralph Sittenchelm de la Universidad de Monasha, co -autor del estudio, enfatizó que este descubrimiento podría cambiar el curso de la inmunoterapia.
La investigación puede conducir a la creación de tratamientos personalizados para el cáncer, especialmente para los pacientes que no responden a los tratamientos tradicionales. El papel de las células asesinas naturales en el tratamiento del cáncer es una industria que se está desarrollando rápidamente y en la que hay cada vez más evidencia que confirman su efectividad.
Según las últimas estadísticas de la Sociedad Americana de Oncológica, los logros en el campo de la inmunoterapia han contribuido a una reducción constante de la mortalidad por cáncer en la última década. La integración de la terapia con células asesinas naturales puede acelerar potencialmente estas tendencias positivas, dando esperanza a pacientes con cáncer que no han sido tratados previamente, dicen los científicos.
Anteriormente, Focus escribió sobre un posible signo de cáncer de páncreas, que no debe ignorarse. Este cáncer es uno de los más secretos y tiene pocas posibilidades de supervivencia, por lo que la detección temprana es muy importante en una situación en la que la vida siempre está en juego. Focus también escribió sobre los pronósticos para los cuales el tsunami oncológico esperaba el mundo para 2050.