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Tanques de la Federación Rusa contra FPV: cómo fracasó el proyecto Arena-M, en el que se trabajó durante 10 años (vídeo)

Compartir: La industria de defensa rusa sigue teniendo dificultades para crear un sistema de protección eficaz para vehículos blindados. Se trata de la creación de un prometedor complejo de protección activa (KAZ) "Arena-M". Al comentar sobre el estado actual del programa Arena-M, el analista militar y experto en armas Viktor Murakhovsky señaló que a pesar de décadas de desarrollo y numerosas demostraciones, el sistema aún no está listo para su implementación completa.

El portal Defense Blog escribe sobre esto. Según el experto, a pesar de décadas de desarrollo y numerosas demostraciones, el sistema aún no está listo para su plena implementación. Las cuestiones clave se refieren al funcionamiento de la unidad de radar, que no puede detectar de forma fiable objetivos discretos, en particular, pequeños vehículos aéreos no tripulados fabricados con plástico que son difíciles de detectar por los radares.

Murakhovsky señaló que con el nivel actual de desarrollo de la tecnología de radar rusa, estas posibilidades no se han logrado. Destacó que la incapacidad del radar para separar objetos aéreos de obstáculos terrestres a distancias cortas hace que el sistema sea vulnerable a las amenazas modernas, especialmente de los drones FPV, que se utilizan activamente en la zona de combate en Ucrania.

El sistema Arena-M fue creado como un complejo de defensa automático diseñado para detectar e interceptar municiones antitanques, misiles y drones una fracción de segundo antes del impacto. Sin embargo, según el experto, los algoritmos de procesamiento de señales y de priorización de objetivos todavía no son capaces de hacer frente a objetos que se mueven lentamente y con una firma de radar extremadamente pequeña.

Además, las técnicas utilizadas en los sistemas clásicos de defensa aérea (incluida la detección Doppler y la indicación de objetivos en movimiento) son ineficaces contra los drones FPV de baja velocidad, especialmente aquellos que operan a altitudes extremadamente bajas. Y aún no se han creado soluciones algorítmicas en este campo. "La evaluación de Murakhovsky sugiere que la industria de defensa rusa se enfrenta a una presión cada vez mayor por la aceleración de la guerra con drones.

La guerra moderna requiere medios de protección activa rápidos y automatizados, no sólo blindaje más pesado. Si estas brechas persisten, las unidades blindadas aún pueden sufrir un gran número de bajas en un entorno donde los drones baratos pueden atacar de manera confiable a los vehículos de transporte desde diferentes lados", enfatizaron los observadores.