En la noche del 26 de octubre de 2025, se produjo una poderosa explosión en el territorio del embalse de Belgorod en la región de Belgorod de Rusia, como resultado de lo cual parte de la presa fue destruida. Las imágenes de satélite publicadas en línea muestran inundaciones a gran escala en áreas cercanas y una destrucción significativa de infraestructura.
Las imágenes muestran que después de la explosión, una parte del embalse explotó y el nivel del agua río abajo aumentó bruscamente, inundando campos y carreteras cercanas. En las imágenes tomadas los días 20 y 26 de octubre se puede ver cómo el espejo de agua se ha ampliado y la corriente ha cortado un nuevo cauce.
Las autoridades rusas no han anunciado oficialmente la evacuación de la población local, aunque testigos presenciales en las redes sociales escriben sobre pueblos inundados y granjas destruidas. Al mismo tiempo, la región de Belgorod anunció que la detonación supuestamente fue realizada por tropas ucranianas utilizando el sistema de misiles HIMARS.
La parte ucraniana no ha comentado oficialmente sobre el incidente, pero fuentes de las fuerzas de defensa sugieren que el ataque a la presa podría haber sido parte de una operación para destruir la logística militar del enemigo, ya que el depósito se encuentra junto a las arterias de transporte utilizadas por el ejército ruso. El experto militar Oleg Zhdanov explica que la explosión tiene consecuencias principalmente militares.
"Las zonas posicionales de al menos cinco brigadas rusas se han inundado. Debido a la brecha de agua, los rusos han perdido la oportunidad de entregar rápidamente municiones y equipos a las unidades de avanzada, lo que afectará directamente a su actividad en la cabeza de puente de Vovchan. Estas no son las unidades de avanzada, sino precisamente las que proporcionan logística. Sin ellas, el frente no durará mucho", dice Zhdanov a Focus.
Según el experto, debido a las inundaciones, las acciones ofensivas rusas en dirección a Vovchansk pueden disminuir notablemente. "Predigo que volverán al nivel de intensidad de combate que teníamos hace dos semanas: un máximo de cinco ataques por día. Ahora fueron hasta veinte. El agua y el clima harán su trabajo", señala. Zhdanov también explica que el nuevo comandante del grupo ruso "Pivnich" intentó demostrar su éxito eligiendo esta dirección como la principal.
Ahora la situación ha cambiado: las inundaciones, las lluvias de otoño y las tierras arrasadas crean problemas de circulación. Según el experto, el ataque a la presa fue una decisión estratégicamente equilibrada que permitió crear un obstáculo natural para las tropas rusas sin un enfrentamiento directo. Actualmente, el nivel del agua continúa bajando, pero aún no se han evaluado plenamente las consecuencias de la destrucción.
Si se confirman las previsiones, el ejército ruso podría perder una importante arteria logística en el norte y sus intentos de avanzar en dirección a Slobozhansk podrían literalmente ahogarse en sus propias aguas. El analista militar Dmytro Snegiriov también señala que el debilitamiento de la presa de Belgorod bloquea principalmente la logística rusa, tanto dentro de Rusia como en el territorio de Ucrania.
Estamos hablando de las regiones de la región de Kursk, Hlushkivskyi y Tiotkinskyi, donde las Fuerzas de Defensa de Ucrania controlan aproximadamente 100 kilómetros cuadrados. Debido al vertido de agua, se complica el movimiento de los convoyes militares, el suministro de combustible, municiones y equipos. El experto también subraya que las tropas en el distrito Vovchan de la región de Járkov serán las que más se verán afectadas.
En efecto, el ataque a la presa aisló a las unidades de asalto rusas de las bases de retaguardia, sin capacidad para reponer municiones, realizar rotaciones o entregar refuerzos. Esto reduce significativamente la capacidad del ejército ruso para mantener el ritmo de la ofensiva. "El ejército ruso se apoya en "carne": el transporte constante de nuevos grupos de asalto. Pero la vida media de un soldado de infantería ruso en la línea del frente es de sólo 10 a 12 días.
Ahora que la logística está paralizada, el reabastecimiento prácticamente se detiene, lo que conducirá inevitablemente a una disminución en la intensidad de los ataques", dice Snegiriev a Focus. Según el analista, este ataque no sólo tiene importancia militar, sino también política.
"El día anterior, el Jefe del Estado Mayor de la Federación Rusa, Valery Gerasimov, informó a Putin sobre los "éxitos" en la región de Kharkiv, por lo que la destrucción de la presa fue una ducha fría para el comando ruso. La disminución en el ritmo de la ofensiva socava no sólo los planes de batalla de Moscú, sino también sus intentos de presionar a Occidente, en particular a los Estados Unidos, donde se encuentra actualmente el representante especial ruso Dmitriev.
quedarse", continúa Snegiriev. Los analistas creen que el ataque a la presa fue realizado por sistemas HIMARS, no por drones, como afirman algunas fuentes. Según el experto, es casi imposible destruir una estructura de este tipo con drones. "El uso de armas estadounidenses se convirtió en una señal clara: incluso con medios de alcance limitado, Ucrania es capaz de atacar eficazmente el territorio del país ocupante.
Por lo tanto, la detonación de la presa tiene un triple efecto: militar, económico y político. Detuvo la logística rusa, debilitó las acciones ofensivas, privó al enemigo de suministros y demostró a los aliados la eficacia real de las armas occidentales", resume Snegiriov. Recordemos que el 26 de octubre los rusos acusaron a las Fuerzas Armadas de lanzar un ataque con misiles estadounidenses HIMARS contra la presa del embalse de Belgorod.
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