Interrumpe la electrónica: cómo las nuevas armas de microondas pueden resistir los enjambres de drones

Una de estas soluciones ya está disponible: un potente potente microondas de energía. Esto se afirma en el estratega "enjambres de drones contables: un poderoso microondas", que fue traducido por Focus. Las fuerzas armadas deben prestar atención a la primordial a la contradacción a las tácticas de los drones enjambres, lo que ayuda incluso a los más baratos en la producción de drones para superar los sistemas de protección.

Se necesita un sistema defensivo de nivel múltiple que cubra tecnologías para neutralizar muchas amenazas en unos pocos segundos. Una de esas solución ya está disponible: Modern Potente de energía Microondas (HPM). El uso de drones de choque por valor de varios cientos de dólares amenaza la capacidad de los militares para realizar tareas sin pérdidas inaceptables de personal y equipo.

Y cuando los drones aparecen en grandes cantidades, la protección ordinaria, como las armas automáticas, no puede neutralizarlos lo suficientemente rápido. Los sistemas de defensa que usan interceptores o conchas son demasiado lentos contra los enjambres de drones, y sus disparos pueden costar más que los drones que intentan destruir. Este es un problema urgente para todas las fuerzas de defensa, incluida Australian.

El arma HPM funciona a expensas de pulsos de energía electromagnética direccionales que deshabilitan la electrónica de drones en el medio del vuelo. En el sentido más primitivo, funciona de la misma manera que el microondas hecho en casa, e incluso usa frecuencias de radio similares, pero actúa a una distancia de cientos e incluso miles de metros.

A diferencia de los sistemas de choque tradicionales que deben interceptarse y destruir físicamente cada objetivo por separado, el HPM de alta energía puede ajustar su haz para deshabilitar los drones enteros en una volea. Es importante tener en cuenta que los sistemas modernos de alta energía HPM son programables, lo que les permite actualizarlos rápidamente a medida que se desarrollan la tecnología y las tácticas de amenazas.

Además, son más móviles, modulares y escalados que las primeras versiones de las tecnologías de energía dirigida, y se centran en la energía total dirigida a Target, no la potencia máxima, como generaciones anteriores de armas HPM. La lucha contra la amenaza de los drones baratos no es un problema futuro, sino la realidad del campo de batalla. Los drones con la opinión de la primera persona se convirtieron en una de las armas más poderosas durante la guerra en Ucrania.

Actualmente, las pérdidas en el campo de batalla de los drones exceden las pérdidas de la artillería y, según algunas estimaciones, alcanzan el 70-80 %. Además del progreso tecnológico, las tácticas se están desarrollando rápidamente. La guerra en Ucrania demostró un rápido ciclo de desarrollo de la contraacción y las medidas de combinación. La adaptación en el campo de batalla no ocurre en los años, sino durante la semana.

Por ejemplo, recientemente, para combatir los obstáculos, utiliza drones de inteligencia artificial y drones dirigidos a través del cable de fibra. La tarea principal de contrarrestar drones es identificarlos, rastrearlos y neutralizarlos antes de que puedan dañar. En el caso del enjambre, el problema aumenta muchas veces, especialmente para los sistemas defensivos que carecen de la velocidad u oportunidad para dañar simultáneamente muchas amenazas.

Dado que muchos sistemas disponibles para combatir drones funcionan para un propósito a la vez, un enjambre de drones puede suprimir o fallar por completo. Pero las armas HPM pueden neutralizar los enjambres de drones durante un combate de alta velocidad.

Las medidas tradicionales de drones, incluida la protección cinética, como los cohetes y las armas, requieren una gran cantidad de reabastecimiento de municiones, insuficientemente escalado para derrotar a muchos drones o simplemente no poder adaptarse al crecimiento de las tecnologías de enjambre. Los estados grandes y pequeños están trabajando para crear oportunidades para grandes drones coordinados, incluidos los enjambres Dronov-Kamikadze, que son esencialmente misiles administrados.

Una gran cantidad de tales sistemas de defensa de sobrecarga de drones y hacen que los objetos importantes sean cada vez más vulnerables. La programación o el aumento de la autonomía del enjambre puede coordinar los ataques desde varias direcciones, utilizando brechas en las redes tradicionales de defensa aérea.

Para resistir efectivamente la amenaza de desarrollar drones, Australia debe invertir en sistemas escalados y adaptativos capaces de integrarse en un potencial más amplio para contrarrestar pequeños sistemas de aire no tripulados. El arma HPM cumple con este requisito. El rápido tiempo de reacción y la capacidad de neutralizar los interruptores de drones a la vez lo convierten en un componente importante de la defensa aérea de niveles múltiples modernos.

Los sistemas HPM son en realidad infinitos, solo están limitados por la fuente de energía que puede ser un generador o incluso electricidad en línea. En todos estos casos, el costo de una volea alcanza varios centavos. Esto cambia completamente la ecuación del valor: previamente necesitados interceptores o conchas costosos con detonadores bastante caros, así como esquemas complejos de reposición de municiones. Pero HPM no es una bola de plata.

Debe integrarse en un enfoque de nivel múltiple que combina la lucha cinética, electrónica y un sistema de energía direccional para maximizar la adaptabilidad de la protección contra las amenazas evolutivas. La ventaja en las tecnologías de la lucha antitusiva no es un deseo, sino una necesidad urgente.

La incapacidad de adaptarse a estos rápidos cambios pondrá en peligro a todas las fuerzas armadas, por lo que la velocidad de compra, despliegue y adaptación de drones para combatir drones ahora es crucial. La colaboración con aliados, especialmente bajo el acuerdo de Aukus, es más importante como siempre. Desarrollar tecnologías avanzadas y garantizar la compatibilidad operativa con socios clave, como Estados Unidos y el Reino Unido, le dará a Australia una ventaja competitiva.