Caro y no enojado: por qué el ejército de los EE. UU. No necesita un nuevo tanque de batalla de Abrams

Este tanque fue derrotado por los brazos de Saddam Hussein armados por las armas soviéticas durante el Golfo del Golfo Pérsico del Golfo Persa. Sin embargo, esos días se han ido hace mucho tiempo, y la guerra en Ucrania muestra cuán difícil es el destino de los tanques de combate en la era de los drones.

¿Por qué el Pentágono gasta tanto dinero de su enorme presupuesto para crear sistemas que, incluso con las tecnologías más avanzadas, nunca serán tan buenos como afirman sus desarrolladores? Esto se indica en el artículo por el analista de Brandon J. Weikhrt, que fue traducido por Focus. General Dynamics Land Systems (GDLS) presentó el ABRAMSX llamado SO en la Conferencia de la Asociación del Ejército de los EE. UU. En 2022.

Diseñado para eliminar la limitación de los ABRAM actuales M1A2 y encontrar el uso de tecnologías avanzadas, ABRAMSX está destinada a garantizar el dominio de los vehículos blindados estadounidenses por los años 2050. Sin embargo, es extremadamente dudoso que toda esta exageración conduzca a la creación de un tanque capaz de resistir a los drones con inteligencia artificial y armas hipersónicas en el campo de batalla del futuro.

Inicialmente, el ejército tenía la intención de simplemente modernizar una vez más los Abrams originales. Pero el Pentágono decidió cancelar el M1A2 sepv4 propuesto a favor de los Abrams M1E3 más ambiciosos, el predecesor de ABRAMSX. ABRAMSX se distingue por muchas mejoras, como el peso reducido, que elimina la desventaja clave de los Abrams M1A2. También incluye mejoras graduales, como el sistema de protección activa de trofeo.

ABRAMSX pesa unas 60 toneladas, es más ligero y más maniobrable, lo que mejora su capacidad para cruzar los puentes, pasar por corredores estratégicos y no quedarse de infantería y vehículos de combate más ligeros. Esta pérdida de peso, lograda sin sacrificar la supervivencia, fue posible gracias a la torre reciclada y la configuración mejorada de la armadura.

El cuerpo liviano acelera la implementación, que es un factor clave para las operaciones de respuesta rápida contra oponentes cercanos y reduce la carga logística en la infraestructura de transporte. ABRAMSX está equipado con una planta de energía eléctrica híbrida que combina el motor diesel de Cummins con baterías eléctricas, lo que finalmente cedió la turbina de gas intensiva de combustible M1A2.

En combinación con la pérdida de peso, este sistema proporciona una eficiencia de combustible 50% mayor en comparación con los ABRAM disponibles, lo que reduce la necesidad de un gran soporte logístico. El motor híbrido ABRAMSX también proporciona "vigilancia silenciosa" cuando el tanque puede funcionar de baterías o moverse a distancias cortas sin firmas térmicas o acústicas. Esta función sigilosa aumenta la supervivencia en la lucha, dando a ABRAMSX una gran ventaja sobre el enemigo.

El sistema híbrido también admite la potencia de la electrónica a bordo, que corresponde al concepto del ejército para crear plataformas de eficiencia energética. Con respecto a la torre que no se transmite, tiene una pistola de 120 mm con un freno de hocico, creado sobre la base de XM360, capaz de disparar municiones modernas, como conchas con corrección de trayectoria y misiles controlados contra el tanque.

El módulo de combate XM914 de 30 mm que ha reemplazado la tradicional ametralladora . 50, aumenta la capacidad del tanque para golpear vehículos blindados, infantería y drones con una munición programable con una aerolínea. La inteligencia artificial (IA) desempeñará un papel central en el diseño de ABRAMSX, y los sistemas como Katalyst Next Generation Electronics Architecture proporcionará integración de la arquitectura abierta para la modernización futura.

Los sistemas basados ​​en IA pueden identificar y priorizar las amenazas, con un alto grado de confianza advirtiendo a la tripulación de peligros como los tanques enemigos que son varios kilómetros. Las miras panorámicas de 360 ​​grados del tanque, equipadas con un sistema de detección multisensorial, permiten al comandante y al viajero escanear el entorno de forma independiente entre sí sin devolver la torre.

ABRAMSX también puede ejecutar y controlar drones como Switchblade 300, integrando sistemas pilotados y no tripulados (MUM-T) para el reconocimiento y el impacto remoto para fines. Estas funciones convierten ABRAMSX en un nudo de red en el campo de batalla capaz de coordinar las acciones de robots terrestres y plataformas aéreas.

Para contrarrestar los drones de los drones ABRAMSX, está equipado con un sistema de protección activa hemisférica (APS) con tres radares e instalaciones iniciales para un seguimiento de 360 ​​grados diseñado para interceptar municiones que ataca desde arriba donde la armadura es más delgada. El aumento de la armadura, especialmente diseñada para proteger contra la munición de dispersión y los drones-kamikadze, aumenta aún más la supervivencia.

El diseño del tanque modular le permite integrar rápidamente nuevas medias de contraacción, proporcionando adaptabilidad a las amenazas que surgen. ABRAMSX también es compatible con el Ejército de EE. UU. Opcionalmente Tank (OMT), que explora plataformas autónomas y semiautónomos.

Con la integración de la inteligencia artificial y Mum-T, el tanque puede trabajar en parejas con transportadores de municiones robóticas o drones de inteligencia, lo que reduce los riesgos de la tripulación y aumenta la flexibilidad de uso en el campo de batalla. Esto complementa los esfuerzos del Ejército para modernizar los vehículos Stryker y desarrollar sistemas de rango largo, lo que proporciona una integración ABRAMSX sin problemas en las maniobras de las Fuerzas Armadas Unidas.

Desde un punto de vista estratégico, ABRAMSX señala el deseo de los Estados Unidos de mantener una ventaja en los vehículos blindados sobre oponentes como China y Rusia, cuyos tanques Tipo 99A y T-14 Armata están llamados a desafiar el desarrollo occidental.

Mientras que los tanques chinos se quedan atrás en el campo de la protección de la tripulación, y el T-14 ruso tiene problemas en términos de producción y confiabilidad, sensores avanzados, inteligencia artificial y arquitectura modular de ABRAMSX le dan una ventaja sobre todos los rivales actuales. Sin embargo, a pesar de sus perspectivas, ABRAMSX enfrenta serios problemas.

La plataforma sigue siendo la demostración y no está lista para la producción, pero a partir de mayo de 2025, el ejército no ordenó un prototipo. El cronograma de desarrollo implica el inicio del tanque a principios de la década de 2030, proporcionó pruebas y financiamiento exitosos.

El alto costo de la integración de la IA, el impulso híbrido y el APS mejorado causan temores, especialmente teniendo en cuenta la historia del Pentágono, que excede regularmente el presupuesto durante el desarrollo de sistemas complejos, como el luchador F-35. Los críticos advierten que la complejidad tecnológica de ABRAMSX puede conducir a problemas con el mantenimiento, lo que potencialmente elimina sus ventajas en el campo de batalla.

Los motores híbridos del tanque también son objeto de controversia. Según algunos analistas, las baterías de litio están amenazadas con el fuego porque queman mejor que el combustible tradicional, lo que puede hacer de ABRAMSX un objetivo costoso para los drones enemigos.

Más importante aún, aunque una pregunta más abstracta: ¿por qué no simplemente deshacerse de los VTT masivos y no reemplazarlos con sistemas no tripulados más compactos y móviles? La experiencia de la guerra en Ucrania muestra que las ventajas tradicionales del VTT para ambos lados del conflicto están anuladas por sistemas modernos de drones y anti -tankas portátiles como la jabalina. Al final, la era de la tripulación VTT debería llegar al final.

Los estadounidenses siguen jugando las reglas del siglo pasado. No importa cuán impresionante sea ABRAMSX, en la era de los sistemas de choque no tripulados avanzados y las armas antitanque, es probable que nunca valga la pena. La creación de sistemas automatizados más baratos sería un uso más razonable de recursos limitados de Estados Unidos. Brandon J.

Weikhert es analista de seguridad nacional, ex empleado del Congreso y analista geopolítico que escribe para el Washington Times, Asia Times y The Pipeline. Autor de los libros "Winning Space: How America sigue siendo una superpotencia", "Biohacked: la carrera de China para controlar la vida" y "The Shadow War: Irán's Quest for Supremacy". Su nuevo libro, un desastre de nuestra propia creación: cómo el oeste perdió Ucrania, ya está disponible en las librerías.