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Cómo el sistema de defensa aérea Buk no permitió a los rusos conquistar el aire en 2022 y por qué sobrevivió la defensa antiaérea, según los analistas

Compartir: El curso de las hostilidades en 2022-2025 planteó la cuestión de si hoy es posible lograr el tradicional "dominio en el aire". Según los analistas occidentales, la experiencia de la guerra en Ucrania demuestra que incluso contra un enemigo más poderoso, la estabilidad de la defensa aérea está determinada no sólo por el número de medios, sino también por la flexibilidad de su uso.

Al comienzo de la invasión a gran escala, Rusia se enfrentó al sistema de defensa aérea de Ucrania, que incluía alrededor de 250 lanzadores S-300, 72 lanzadores Buk-M1, así como alrededor de 100 sistemas de corto alcance Osa-AKM y Strela-10. Así se afirma en el material analítico del centro CSIS. Entre estos sistemas, los expertos destacaron los complejos "Buk-M1", y aunque esto pueda parecer poco obvio, es precisamente su característica de diseño la que jugó un papel importante.

El hecho es que el vehículo de combate 9A310M1 está equipado simultáneamente con lanzadores y una estación de radar, lo que permite utilizar el complejo centrado en la red y aumenta drásticamente su capacidad de supervivencia. Los cálculos ucranianos utilizaron la táctica de la "activación corta": el radar se activó sólo durante el momento de la captura y destrucción del objetivo, después de lo cual se apagó inmediatamente.

Esto impidió que las fuerzas rusas fijaran posiciones de defensa aérea y tomaran represalias. A pesar de la superioridad numérica y técnica de la Fuerza Aérea Rusa, la parte rusa no logró implementarlo.

Los pilotos ucranianos demostraron una gran determinación y capacidad para llevar a cabo combates aéreos, lo que, combinado con el ingenio de los cazas antiaéreos ucranianos, creó las condiciones bajo las cuales la aviación rusa dejó de ir más allá de la línea del frente ya en abril de 2022. Esto fue un marcado contraste con el fondo de los primeros días de la guerra, cuando los aviones rusos volaron a una profundidad de hasta 300 km en el territorio de Ucrania.

Los expertos del CSIS explican la ineficacia de la aviación rusa por la inflexibilidad del mando militar de las Fuerzas Armadas rusas. El concepto de "tomar Kiev en tres días" suponía que la mayor parte del trabajo de combate lo realizaría la artillería y la aviación sólo cubriría las columnas ofensivas. Incluso después del fracaso de este escenario, la Federación de Rusia continuó utilizando la aviación según los modelos originales, sin adaptarse a la situación.

Como destaca Defense Express, el análisis del CSIS muestra que la guerra aérea está determinada no sólo por la proporción de armas, sino también por la calidad de las decisiones tácticas. El éxito de la defensa aérea de Ucrania en las primeras semanas de la guerra fue el resultado de una combinación de muchos factores, y es literalmente imposible repetir esta experiencia en otras condiciones. Como se recordará, en el aniversario de su formación, la 19.