El fin del récord de 300 años de la Federación Rusa: en Rumania se inauguró la iglesia ortodoxa más alta del mundo (vídeo)

La ceremonia de inauguración del templo reunió a miles de personas: peregrinos, clérigos y funcionarios. En la construcción de la catedral se gastaron más de 300 millones de euros. La mayor parte del importe procede de los impuestos pagados por los ciudadanos rumanos. Tiene capacidad para unas 5. 000 personas y más de 23. 000 pueden reunirse en la plaza frente a ella. El templo se distingue no sólo por su altura. En el interior también todo está hecho de forma monumental.

Sí, cuenta con el iconostasio más grande del mundo, la campana colgante más grande y la mayor colección de mosaicos. Estos últimos están diseñados para crear una sensación de dinamismo cuando la iluminación cambia durante el día. Además del local principal, tradicional de los edificios religiosos, la catedral cuenta con salas de conciertos e incluso un refugio en caso de explosión nuclear.

La iglesia en Rumania superó a la Catedral de Pedro y Pablo en San Petersburgo, que fue considerada el edificio ortodoxo más alto del mundo durante casi 300 años. Su altura es de 122,5 metros, 4,5 metros menos que en Bucarest. Los analistas creen que este evento no sólo tiene importancia nacional, sino que también es una manifestación del poder blando que Rumania ha demostrado ante Rusia, que está fortaleciendo su influencia espiritual en la región.

Es indicativo que ni el Kremlin ni la Iglesia Ortodoxa Rusa se han pronunciado oficialmente sobre el suceso, pero la noticia ha causado escepticismo en Rusia. Los canales progubernamentales de Telegram cuestionaron la legitimidad ortodoxa de Rumania y también comenzaron a escribir activamente sobre la multitud que abucheó al primer ministro Ilie Bolojan y a otros funcionarios en la inauguración de la catedral.

Por su parte, el investigador del Centro Rumano de Estudios Rusos de la Universidad de Bucarest, Laurenciu Pleška, está seguro de que la catedral de Bucarest no sólo tiene un significado religioso, sino también geopolítico. La Iglesia Ortodoxa Rumana tiene alrededor de 19 millones de feligreses y la Iglesia Ortodoxa Rusa tiene más de 90 millones de creyentes.

Tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022, la Iglesia Ortodoxa Rusa apoyó la ideología militar del Kremlin y presentó la guerra contra Ucrania como una "lucha contra las fuerzas del mal". Por esta razón, muchos sacerdotes y parroquias fuera de Rusia, especialmente en Moldavia, donde la mayoría de la población habla rumano, se han desilusionado de la estrecha conexión de la Iglesia rusa con el Kremlin.

No es de extrañar que la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, estuviera sentada en primera fila en la inauguración de la catedral de Bucarest. La nueva catedral ya se considera un gesto simbólico destinado a ofrecer una alternativa a la Iglesia Ortodoxa Rusa. "Cada vez más países no están de acuerdo con la política de la Iglesia rusa y sus vínculos con el Kremlin.

La nueva catedral será la iglesia ortodoxa más grande y más alta del mundo y, en mi opinión, es un brillante símbolo de la influencia cultural y espiritual de Rumanía en Europa del Este", opina Pleška. Lucian Leustean, experto en cristianismo oriental y relaciones internacionales, de la Universidad de Aston, cree que la inauguración de la Catedral Nacional no está relacionada tanto con un desafío a Moscú, sino con la afirmación de la identidad nacional rumana.

Recordamos que en la reserva natural "Sophia Kyivska" se ha completado la fase final del proyecto de drenaje de los muros y cimientos de la catedral de Santa Sofía y de los edificios adyacentes. El trabajo se llevó a cabo con la ayuda de equipos Swiss BioDry y fue financiado por empresas farmacéuticas ucranianas. También se informó que las Fuerzas Armadas rusas mutilaron la catedral de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (MP) en Zaporizhzhia con un ataque con misiles balísticos.