Entre ellos se encontraban barcos en los que se cargaron miles de toneladas de trigo, semillas de girasol y otros productos alimenticios ucranianos robados en los puertos cerrados de Sebastopol y Feodosia, temporalmente ocupados por Rusia y exportados al extranjero. Además, una parte importante de los buques ya se encuentra bajo sanciones de otros países, en particular de la Unión Europea, Estados Unidos y Suiza.
Los barcos llevaban banderas no sólo de la Federación de Rusia: 17 de ellos navegaban bajo banderas de otros países. Ucrania trabajará con los estados pertinentes para dejar de emitir licencias. Las personas que llevaron a cabo estas operaciones logísticas prohibidas por Ucrania recibieron beneficios financieros y pagaron impuestos al presupuesto estatal de Rusia, lo que permitió a la Federación Rusa financiar su maquinaria de guerra.
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