By Victor Duda
El objetivo parece ser dividir Ucrania en dos: separar el este industrial, donde el consumo siempre ha sido mayor, de la producción de energía en el oeste, y debilitar las líneas de transmisión de energía para eventualmente paralizar el flujo de oeste a este", dice el artículo. Los periodistas subrayaron que la Federación Rusa centra sus ataques en ambos elementos del balance: la producción y la distribución.
En particular, en las últimas tres semanas, los rusos lograron detener el funcionamiento de varias centrales térmicas, y los últimos ataques rusos obligaron a Ucrania a gastar en importaciones de gas, pagando 1. 900 millones de dólares. Como señaló una fuente de The Economist en el gobierno ucraniano, los rusos quieren principalmente cortar la electricidad en la parte oriental, no en todo el país.
Al mismo tiempo, los autores del material señalaron que Ucrania ha mejorado significativamente su defensa antiaérea y antes se ha enfrentado a difíciles desafíos energéticos. "Un objetivo alcanzable puede ser frenar la destrucción de Rusia lo suficiente como para reemplazar el equipo dañado. El país está creando cientos de nuevas unidades militares que combinan defensa aérea con drones para proteger instalaciones críticas.
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