El martes 16 de agosto, el ejército ruso disparó masivamente a la región de Orikhiv, Zaporizhzhya. La cabeza de Zaporizhzhya Ova Alexander Starukh en Telegram. "El enemigo es una cabaña de lanzadores de cohetes durante varias horas", escribió. Según él, un residente local murió, seis personas resultaron heridas, incluidos tres de ellas, los empleados de la compañía eléctrica que reanudaron las redes.